La montería es una de las modalidades de caza mayor más importantes de España, siendo exclusiva de la Península Ibérica. Su origen se remonta a la Edad Media y lo que la diferencia de otras modalidades cinegéticas son principalmente las rehalas, jaurías de perros adiestrados sin las cuales no podría desarrollarse.
Consiste en ir delimitando un determinado terreno situándose los cazadores en lugares estratégicos y soltar a los perros para batir la mancha, de manera que los animales salgan de sus encames y puedan ser abatidos.
La cuestión es que, al tratarse de una modalidad en la que participan muchas personas, es indispensable contar con buenas dotes de coordinación y organización. Por eso, hoy en Portal de Caza y Ocio te explicamos cómo preparar una montería de caza.
¿Cómo se prepara una montería de caza?
Por lo general, la mejor época para una montería suele ser el mes de diciembre, cuando las buenas temperaturas de otoño han quedado atrás y llega el frío del invierno. Por eso, ahora que estamos todavía a unas pocas semanas, es el momento de ir realizando los preparativos.
1. Conocer bien la zona
Si es la primera vez que acudes a un determinado coto de caza para disfrutar de una jornada de montería, es recomendable que conozcas bien las lindes de la finca, sus dimensiones y su relieve. En caso de que ya la conozcas, no está de más que compruebes si se han producido cambios desde que no vas, como posibles deforestaciones. Pero tampoco está de más consultar los últimos resultados.
2. Comprobar el tipo de caza que hay
En las fincas delimitadas es más sencillo ver la cantidad y la calidad de los trofeos que hay. Según las charcas, los comederos y la vegetación, podemos hacernos una idea del número de animales que hay si los observamos a primera hora de la mañana y a última hora del día. En aquellos cotos en los que hay más vegetación, especialmente en las fincas abiertas, tendremos que orientarnos por los lugares por los que pasan, por el alimento que consumen o por las condiciones que reúne para el encame de los animales.
3. Valorar la condiciones
También es importante saber cuáles son las expectativas reales que podemos tener, la reputación del coto, las garantías si las hubiera, la cantidad de puestos y el precio de cada uno de ellos. Además, es conveniente valorar otros servicios extra como la guardería, el cebado, las rehalas, el catering, el personal auxiliar adicional o los impuestos. Y tampoco está de más saber si se van a cubrir todos los puestos.
4. Preparar la mancha
Cada mancha presenta un momento adecuado para su celebración. Hay fincas con comida natural y otras más cálidas que tienen lugar en los momentos más fríos del invierno, mientras que hay otras que, por distintos motivos, se celebran en otra fecha. Puede que incluso dentro de un mismo coto podamos encontrar distintas zonas con características diferentes.
5. Fijar los puestos
La mayor parte de los cotos de caza han celebrado monterías en alguna ocasión, por lo que es aconsejable consultar las experiencias anteriores para preparar la jornada. Cómo es lógico, es fundamental respetar las leyes de seguridad y marcar aquellos puestos en los que no haya ningún peligro entre ellos. Además, es fundamental situarlos donde se cierre o se corte la mancha y cubrir siempre los mejores lugares por los que puedan pasar los animales. Una vez vistos y marcados los diferentes puestos, habrá que mostrar a la persona responsable quién hará las veces de portor durante la jornada de montería.
6. Contratar al personal auxiliar
Es necesario contratar todo el personal que se requiera para ese día, como los postores, las rehalas, los guías que dirigen las rehalas, los conductores, los secretarios, los cocineros, el persona, que recoge la caza desde el abate hasta el cargadero.
7. Solicitar los permisos
Existen distintas gestiones administrativas que deben hacerse antes de la jornada y que son imprescindibles para poder desarrollar la montería.
8. Analizar la montería
Es necesario preparar los sobres para el sorteo, los planos, los consejos y la información que se vaya a proporcionar a cada cazador para comunicarle todas las normas de seguridad para evitar accidentes y que suelen recogerse en las Leyes de Caza y sus reglamentos. Además, es conveniente establecer unos horarios e intentar cumplirlos siempre que sea posible.