Accidentes de caza: ¿cuáles son los más comunes y quién es el responsable?

Del mismo modo que sucede en cualquier otra actividad, la práctica de la caza implica ciertos riesgos. Pero el peligros e incrementa aún más si tenemos en cuenta que en ella intervienen armas de fuego.

Sin embargo, todavía hay muchos cazadores que no están concienciados con los riesgos que conllevan las armas cuando no se tratan con suma prudencia. Pero, ¿sabes cuáles son los accidentes de caza más habituales y quién debe responsabilizarse de ellos en caso de que se produzcan?

¿Cuáles son los accidentes de caza más habituales?

Desplazamientos en coche

El primer riesgo mortal está relacionado con los desplazamientos en coche hasta el coto de caza.

Disparos accidentales

La segunda causa de muerte entre los cazadores son los disparos accidentales de otros compañeros, por lo que es fundamental usar ropa reflectante para aumentar la seguridad. Debido a ello, en algunas comunidades autónomas ya es obligatorio usar ropa reflectante de alta visibilidad durante la caza.

Pero además, es fundamental mantener una buena comunicación entre compañeros, sobre todo si vas por alguna zona en la que apenas hay visibilidad.  De vez en cuando es conveniente preguntar la posición para evitar accidentes. Incluso en una cacería con puestos fijos es buena idea usar emisoras para saber en todo momento donde se encuentra cada compañero.

Pero también puede darse el caso de que el proyectil rebote contra nosotros o que nos disparemos en alguna parte del cuerpo por no tener el seguro del arma puesto o tenerla en una posición inadecuada. Ten en cuenta que si nos caemos o una rama se engancha en el gatillo, podemos sufrir una desagradable experiencia. Pero las caídas también forman parte del riesgo y, al tratarse de una actividad que se practica en un entorno salvaje, es necesario aumentar las precauciones al movernos.

Además, es posible sufrir accidentes que, aunque no pongan en riesgo nuestra vida, pueden traernos problemas a corto y largo plazo. Por ejemplo, problemas de audición por no llevar ningún protector auditivo, plomeo de tiros de otros compañeros y rebotes de perdigones, por lo que es también es conveniente llevar gafas de protección.

Caídas

Un resbalón o un descuido durante la jornada puede tener consecuencias fatales. Hay que tener en cuenta que cada coto tiene sus peculiaridades tanto en lo que respecta al terreno como a la climatología. Por este motivo, las consecuencias de las caídas también pueden ser distintas en unas fincas u otras. Pero lo que suelen tener en común es la gravedad de algunas de ellas. Con lo cual, hay que tener mucho cuidado. Y, en el caso de que vayas a cazar solo, avisa antes  a tus familiares y amigos sobre la zona en la que vas a estar y no olvides llevar cargada la batería del móvil.

Las lesiones más frecuentes tras una caída son las magulladuras, los cortes y las fracturas óseas. No obstante, hay casos en los que una caída durante una jornada de caza de alta montaña puede llegar a tener graves consecuencias, llegando incluso a ocasionar la muerte. Con lo cual, también es fundamental llevar un calzado apropiado para el terreno de la finca. Ten en cuenta que no todas las botas de caza son apropiadas ni tienen las mismas características para cualquier terreno.

Un uso inadecuado del arma

Las armas cuentan con mecanismos complejos que precisan de un mantenimiento periódico. Sin embargo, algunos cazadores de olvidan  de ello. Si detectas cualquier anomalía en tu escopeta, lo más recomendable es acudir al armero cuando antes. En ningún caso y bajo ninguna circunstancia intentes arreglarlo tú mismo, ya que esto entraña muchos riesgos, especialmente si el arma está cargada.

La falta de mantenimiento puede tener terribles consecuencias, ya que puede romperse por cualquier parte y herir al cazador. Algunos de los fallos más frecuentes están relacionados con los cañones obstruidos, al suciedad acumulada o el uso de munición del calibre inadecuado.

¿Quién es el responsable ante los accidentes de caza?

Las leyes establecen la obligación de todo cazador de responder por los daños ocasionados en la acción de cazar. Por eso, es obligatorio contar con un seguro  para poder indemnizar por los daños a terceras personas.

En función de su posición, existen distintos responsables en un accidente de caza: el cazador autor del disparo y su aseguradora, la cuadrilla en ciertos casos y la aseguradora, el organizador y su aseguradora, y los padres en caso de menores.

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