En la actualidad, podemos encontrar en el mercado una gran cantidad de escopetas de segunda mano a un precio muy interesante. Si estamos interesados en comprar una, podemos acudir a las armerías o hacerlo a través de portales webs autorizados en la compraventa de armas como Conpactum, donde es posible elegir entre una amplia variedad de armas usadas para comprar o venderlas en la plataforma de una manera cómoda y sencilla.
La cuestión es que la tenencia de armas de ánima rayado o lisa está limitada en España tanto por las propias posibilidades económicas del cazador como por el hecho de que existe un número máximo de armas que cada persona puede tener con una licencia. Por ejemplo, si se tiene la licencia tipo D, podemos tener hasta 5 armas, mientras que si tenemos la licencia tipo E podemos tener 6 armas como máximo. Es precisamente esto lo que hace que, a la hora de comprar escopetas de segunda mano, se deba tener mucho tino para saber que lo que estamos comprando es justo lo que necesitamos y queremos. Pero también porque a todo el mundo le gusta comprar a buen precio.
Por este motivo, a continuación te damos algunos consejos que pueden ayudarte a elegir tu escopeta de segunda mano y quedarte tranquilo de que has hecho una buena compra.
¿Qué tipo de escopeta comprar?
La elección de una escopeta no es tarea sencilla. Y es que, actualmente, son muchos los tipos de escopetas entre los que podemos elegir en el mercado, lo que complica bastante la cosa. Por eso, a continuación vamos a explicarte los tipos de escopetas que hay con detalle para que puedas decidir cuál es la mejor en tu caso.
- Escopetas monotiro: también conocidas como escopetas de un solo cañón, son bastante escasas y, por lo general, cuentan con un calibre pequeño de .410 o 28. Son muy recomendables para aquellos jóvenes que se estén iniciando en el mundo del tiro y de la caza, pero también para determinadas modalidades concretas de caza como de perdiz con reclamo macho.
- Escopetas superpuestas: son las que suelen verse en las competiciones de tiro al plato. Su precio es inferior al de las paralelas, pero más alto que el de las semiautomáticas. Aunque son más polivalentes. Su mayor ventaja es que permiten apuntar mejor al estar en blanco en la línea de los cañones, cuentan con dos choques casi siempre intercambiables y se desajustan menos que las paralelas. Por esta razón pueden ser usadas tanto en puesto como para caza en mano o al paso.
- Escopetas correderas: también conocidas como escopetas de trombón, este tipo de armas apenas se usan en España, a excepción de para defensa personal. Eso sí, es una escopeta ideal, ya que no falla. Si se falla, el cartucho pasa directamente al siguiente. Además, tiene cabida legal para más cartuchos que una semiautomática y solamente necesita de un poco de práctica para aprender a usarla con rapidez.
- Escopetas paralelas o yuxtapuestas: estéticamente son de las más bonitas y se han utilizado durante muchos años por muchas generaciones pero, actualmente, debido a su precio y que carece de choques intercambiables, cada vez se usan menos. No obstante, se sigue usando bastante en la caza de perdiz en ojeo, utilizándose generalmente en pareja.
- Escopetas semiautomáticas: son las escopetas más populares en la actualidad, tanto por su rapidez como por su precio y porque cuentan con tres tiros y choques intercambiables, lo que las convierte en armas muy versátiles. Eso sí, aunque tiene un tiro más que la superpuesta, solamente puede usarse un choke al mismo tiempo, lo que hace que solamente sea apta para disparar a una distancia en concreto.
- Escopetas repetidoras: este tipo de escopeta permite disparar un cartucho cada vez que se aprieta el gatillo sin necesidad de recarga. Actualmente se usan para muchas modalidades de caza y para actividades de tiro en recintos cerrados. Una escopeta que no ha dejado de ganar adeptos desde que apareció a principios del siglo XX.
- Escopetas de calibres especiales: este tipo de escopetas son aquellas que cuentan con calibres poco usuales como el 20, el 16, el 28, el 36, el 9mm o el 410. Por ejemplo, para la perdiz puede usarse el 20 cuando se es un buen tirador, mientras que las de calibre 16, 25 ó 28 presentan un equilibrio perfecto entre retroceso y efectividad. Y las de calibre 20 y 28 son ideales para las codornices, ya que salen cerca y son pequeñas, por lo que se necesita una escopeta ligera y fácil de dirigir más que contar con una buena potencia.
La importancia del cañón y su interior
Si decides echar un vistazo a los portales de Internet, debes tener en cuenta que no podrás demostrar el arma y tocarla, por lo que es muy importante que mires con detalle las fotos que ha subido el vendedor. Y si crees que no son suficientes, deberías pedirle más para que puedas valorar que todas las partes se encuentran en perfecto estado y que podrás usarla sin que te dé problemas.
Eso sí, debes saber que no es lo mismo valorar una paralela que una semiautomática o una superpuesta. Y tampoco es igual dependiendo del uso que vamos a darle, porque no es lo mismo si la vas a usar para cazar que para competiciones de tiro. Hay que recordar que las escopetas disparan y en cada disparo se produce una plomada. Cada plomada debe ser lo más homogénea posible. El cartucho que se utilice condicionará el plomeo, pero el interior del cañón es el alma de la escopeta, por lo que es lo primero que debemos mirar para saber cómo se encuentra.
Lo ideal es que el ánima esté impoluta y que brille cuando miramos con el cañón hacia una fuente de luz, lo cual no suele ser muy habitual al comprar escopetas de segunda mano. Casi todas las escopetas usadas que se venden han pegado sus tiros, por lo que el interior ha podido verse afectado. Pero también puede verse perjudicado por el cuidado y la limpieza que se le haya dado.
Un interior sin rugosidades, limpio y brillante asegurará que el plomeo será más homogéneo. En cambio, si el interior se encuentra desgastado y con relieves, solamente tenemos una opción si nos interesa mucho la escopeta, plantear el barrenado y bruñido. Para lo cual, el cañón debe tener un grosor mínimo a lo largo de todo el recorrido y poner el arma en manos de un verdadero experto que sepa hacer este tipo de trabajos. Por esta razón, si consideras que va a darte mucho trabajo o que no merece la pena, es mejor que descartes todas aquellas escopetas que tengan el interior estropeado, sin importar cuál sea la causa.
El exterior del cañón
El interior es importante, pero también lo es el exterior. Un pequeño bollo hacia el interior, los arañazos y la falta de pavonazo del cañón pueden repararse, pero hay otras cosas que no. Por eso, es muy importante que antes de comprar una escopeta de segunda mano mires la boca del cañón para asegurarte de que la circunferencia no presenta irregularidades provocadas por golpes. Si la escopeta lleva choques intercambiables, deberá mirarse además que estos pueden enroscarse y quitarse con suavidad.
Al igual que ocurre con los interiores en mal estado, si una escopeta presenta el tipo de abolladuras conocidas como “hernias”, debe ser descartada inmediatamente. Se trata de bollos que se producen por una sobrepresión y que suelen encontrarse al final de la recámara o en el último tramo del cañón, más frecuentes en cañones con choques cerrados debida al estrechamiento que se produce al disparar. El problema es que solamente los armeros más experimentaos son capaces de detectar este tipo de problemas al tacto. Para descubrirlas, hay que mirar longitudinalmente al cañón, girándolo sobre su eje para detectar posibles protuberancias a lo largo del recorrido.
Las maderas y los tiros
También es fundamental comprobar el estado de las maderas. Y es que, aunque pueda parecer que se trata de algo estético, también tiene una parte funcional. El estilo de la escopeta es una cuestión de gustos, pero la madera cumple también una función muy importante, ya que la culata debe encajar perfectamente con nuestra fisionomía para que nos resulte cómoda. Por eso, debemos asegurarnos si se adapta a nuestra caída, nuestra longitud y nuestra desviación. Para ello, deberemos encararla varias veces en distintos ángulos con los ojos cerrados para abrirlos y ver si vemos el punto de mira con más o menos lista. Es la culata la que debe adaptarse a nosotros y no al revés.
Así pues, antes de comprar una escopeta de segunda mano, debemos saber si el arma necesitará modificaciones en la culata y de qué tipo. Un coste que debe sumarse al precio de la venta. Y es que no es lo mismo tener que ajustar el encare que tener que poner un suplemento de una cantonera con “x” centímetros o que tengamos que hacerle una desviación.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la garganta es la parte que más sufre de la culata, la zona en la que empuñamos la culata con la mano que usamos para disparar. Por eso, la garganta debe estar libre de cualquier desperfecto que pueda afectar al disparo o causar una rotura.
Mecanismos y sistemas de disparo
La extracción de las vainas forma parte de los mecanismos móviles de las escopetas y pueden deteriorarse por un mal cuidado del arma o un uso abusivo de la misma. Pero también es fundamental comprobar el grupo de disparo. Por su sencillez y durabilidad, los sistemas de disparo más fiables son los inerciales en el caso de las escopetas semiautomáticas y los Anson & Deeley o media pletina en el caso de las escopetas paralelas. Las escopetas superpuestas, por lo general, suelen incluir mecanismos bastante fiables.
Para comprobar que el grupo de disparo funciona perfectamente, hay que empujar el percutor o ambos con fuerza. Si funciona bien, podremos pasar a comprobar el grupo de disparo. En las escopetas semiautomáticas hay que desmontar el cerrojo y ver la válvula de gases. En el caso de las paralelas se ve con mucha facilidad si cuenta con palomilla de apertura de pletinas. Viendo las piezas que se encuentran en el interior de la báscula, podremos saber el tipo de desgaste que tienen.
Los sistemas de gases son los que requieren de más cuidado para que funcionen correctamente. Las llaves de cuatro pilares en las paralelas son las que nos dirán si se trata de un mecanismo bien trabajado y fino.
Ajuste de las piezas
Otra de las cosas que debes mirar es el ajuste de las diferentes piezas entre ellas. Del guardamanos y el cañón con la carcasa en una semiautomática, para comprobar que no hay holguras. En las yuxtapuestas hay que mirarlo también para saber si la escopeta ha tirado mucho y si hay piezas que se han desgastado en exceso. Debes pensar en el ajuste como en la lubricación en un motor para el coche.
Para comprobarlo, hay que desmontar la delantera y el guardamanos, y agarrar los caños y la culata con una mano para hacer movimientos contrarios de muñeca para sentir si ambas piezas bailan en su encaje, a la altura de la báscula. Pero también puedes hacerlo dando golpes secos en la culata sin tocar los cañones para saber si hay vibraciones en la unión con los caños. Recuerda que, aunque puede arreglarse, una escopeta desajustada nos está indicando que se ha usado mucho y que existe desgaste.
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