En muchas modalidades cinegéticas, ya sea en batida, espera o rececho es fundamental contar con unos prismáticos de calidad para tener éxito. Pero también simplemente cuando queremos disfrutar de jornadas de campo y queremos captar hasta el más pequeño detalle de los muchos secretos que oculta la fauna que habita el medio que nos rodea,
Por eso, la elección de los prismáticos de caza es una decisión muy importante. Un elemento imprescindible dentro del equipamiento de cualquier cazador que practique la modalidad de espera, montería o rececho, ya que es el instrumento que permitirá divisar a la presa a lo lejos, pero también cualquier objeto o persona.
El caso es que elegir un modelo poco adecuado puede conllevar muchos problemas que terminen por causarnos una gran frustración o, lo que es peor, un accidente. Pero, ¿sabes exactamente qué es lo que debes tener en cuenta a la hora de valorar diferentes modelos? Si no lo tienes claro, no te preocupes, porque a continuación vamos a darte algunos consejos para elegir prismáticos de caza y comprar los más adecuados en tu caso.
Calidad de los primas y las lentes
Una de las cuestiones que debemos tener más en cuenta es la calidad de los materiales con los que están fabricados las lentes y los prismas. Es verdad que la calidad tiene su precio, pero es aconsejable no escatimar en este aspecto, ya que se trata de un instrumento que usarás muchos años y que deben asegurarnos cierto rendimiento para que nos resulten de utilidad. Evita el plástico y apuesta por el vidrio, como el boro-silicato o BK7, una opción más barata, y el cristal de bario o BAK-4, que ofrece una mayor claridad y luminosidad.
Pero además, es importante que te fijes en el tratamiento de la lente, ya que es lo que garantizará una adecuada transmisión de la luz y evitará los molestos reflejos.
Aumentos y diámetro de las lentes objetivo
Los prismáticos de caza siempre especifican dos números. Por ejemplo, 10×42, 8×42 o 10×50. La primera cifra está relacionada con la potencia visual o cantidad de aumentos, mientras que la segunda alude al diámetro de las lentes objetivo en milímetros. Esto quiere decir que en el primer ejemplo tendríamos 10 aumentos, es decir, veríamos 10 veces más grande el objetivo, y una lente de 42 mm.
Eso sí, debes tener en cuenta que, a partir de 12 aumentos, el peso de los prismáticos aumenta de manera sustancial debido al tamaño de las lentes, lo que puede que obligue a usar un trípode para evitar molestas vibraciones y asegurar la estabilidad. Pero además, el ancho de la imagen que observamos a través de unos prismáticos con más aumentos se ve reducido, lo que hace que sea más difícil detectar el objetivo.
En el caso de la caza de rececho, lo ideal es usar unas lentes de alta calidad, a partir de 10 aumentos. Pero si hablamos de montería, es mejor apostar por unos prismáticos más ligeros para evitar cargar con mucho peso.
Si de forma habitual frecuentas zonas boscosas, es importante que te decantes por un mayor campo de visión, es decir, con menos aumentos. Por ejemplo, los del tipo 8×42. Pero si sueles cazar en zonas de montaña o en espacios abiertos, lo normal es que necesites enfocar a mayores distancias, por lo que serían más recomendables los de 10×42.
Luminosidad relativa
También es fundamental prestar atención al nivel de luminosidad de los prismáticos antes de elegirlos. En una gran cantidad de jornadas, los cazadores salen muchas veces en condiciones de baja luminosidad. Por ejemplo, antes del amanecer o al atardecer. Por esta razón, es muy importante que nuestros binoculares puedan recoger la mayor cantidad de luz que sea posible y proporcionarnos imágenes nítidas.
Para saber cuál es el nivel de luminosidad de unos prismáticos, tenemos que dividir el diámetro de las lentes objetivo entre el valor del aumento. Tomando el mismo ejemplo de 10×42, la luminosidad relativa sería de 4,2. Cuanto más alto sea el valor, más nítida se verá la imagen.
Además, recuerda que el tratamiento de la lente también puede mejorar la luminosidad, un aspecto de vital importancia cuando se trata de caza de espera. Cuando mejor sea el tratamiento y más perfecta sea la superficie, mejor entrará la luz y mejor podremos ver.